El duelo por la muerte de un hijo



Recientemente leí un libro sobre las diversas perdidas que enfrenta el ser humano en la vida, que puede ser desde perder un empleo, un divorcio o la muerte de algún familiar. 

Me llamo mucho la atención como la autora Ma. del Carmen Castro González explica el sentido de la muerte en la vida, desde un punto desconocido e impactante y cuando se hace presente en nuestras vidas nos muestra una realidad a enfrentar. 

Pero lo que más pude rescatar del texto es el duelo que se vive ante la muerte de un hijo, es considerado de los más difíciles y doloroso de sobrellevar, ya que todos pensamos que por tradición en el árbol de la vida vemos fallecer primero a los abuelos, los padres y después los hijos. 

La realidad es que no hay un manual ni una tradición que nos haga comprender la muerte en sí, por eso los padres, al morir un hijo entran en un conflicto, en una desesperación por comprender la razón de esa perdida. 

No importa la edad del hijo que se ha perdido, ni el tiempo que estuvo con los padres, importa la ausencia, el vacío y la ilusión que se llevan al partir de este plano terrenal. 

El amor de los padres por un hijo es tan grande que sé pude sentir desde que reciben la noticia de que serán padres, y aunque tengan muchos hijos, el amor es único para cada uno de ellos. 

Por eso cuando hijo muere, el amor permanece y el dolor se agranda un poco más, ante la perdida de un hijo el dolor puede ser diferente para ambos padres y dependen de muchos factores para enfrentar y sobrellevar el duelo. 

Lo único que puede permanecer con el tiempo es el amor, el recuerdo y el tiempo prestado que un hijo nos regaló. 

Existen especialistas, psicólogos, tanatólogos y grupos de apoyo para sobrellevar la perdida de un hijo.  

En Cartas a Rigel, compartimos del amor y los recuerdos que nuestros seres queridos nos dejaron.  


AUTOR: Diana González